En los últimos estertores de la pandemia de COVID-19, espero, se ha celebrado por fin WordCamp Europe 2022, la primera WCEU presencial tras esta pesadilla. Se trata de una de las tres WordCamps globales que se celebran en el mundo junto a WordCamp USA y WordCamp Asia.
Para los españoles, WordCamp Málaga 2020 pasará a la historia como la última WordCamp presencial a la que pudimos asistir, mientras que WordCamp Las Palmas 2020 también pasará tristemente a la historia como la primera WordCamp que se suspendió a causa de la pandemia, sin que fuésemos capaces de imaginar cuánto tiempo pasaría antes de que nos pudiésemos volver a abrazar en persona. Pues al igual que hubo muchos asistentes que se quedaron con el billete a Gran Canaria colgado, también hubo otros muchos que tuvieron que renunciar a viajar a Oporto en 2020, ya que todo fue cancelado.
En España nos recompusimos muy pronto y nos inventamos eso de la WordCamp Online en Español, que tuvo su primera edición en 2020, y de la que te cuento más aquí: WordCamp España Online 2020, vernos en tiempos de confinamiento. Dado el éxito que tuvo WCES_, se formó un equipo que decidió no dejar al mundo sin su WordCamp Europe 2020 Online, que no estuvo nada mal, si bien las audiencias no le acompañaron tanto como a la primera WordCamp Online, que había sido la nuestra. Es lógico y comprensible, ya se estaba empezando a abrir la mano en Europa a los viajes, y la gente estaba un poco harta del online. Lógicamente, eso se notó.
Luego vendrían sendas ediciones online de cada uno de estos dos eventos, por un lado WordCamp España Online 2021 y por otro WordCamp Europe Online 2021. La primera ya acusó el hartazgo del online y la cercanía a la «normalidad» social, con pocas audiencias, si bien se consiguieron hitos como el famoso «Late Night Show», por el que será recordado siempre dicho evento. De la segunda, poco puedo decir porque no recuerdo siquiera si me apunté. Ahí ya se notaba el hartazgo total de la sociedad con el Online.
Con la apertura total de las medidas restrictivas en los diferentes países y el intento de normalizar la situación, artificialmente en algunos casos, según los diferentes países, se asumió que por fin se podría celebrar la tan ansiada WordCamp Europe 2022 presencial en Oporto, aunque fuera dos años después. Esto se llevó por delante a un equipo organizador que sufrió el golpe de la decepción durante tres años seguidos, del que quedaron unos pocos, y al que se unieron otros pocos que cogieron el testigo. Era normal, puesto que a mucha gente le ha cambiado las vidas en estos años, y ser organizador de un evento de estas características no es nada fácil.
Rumbo a Oporto
Una vez establecido el contexto de la historia, creo que ya podemos meternos en harina. He de decir que, para mí, WorCamp Europe era algo casi inalcanzable hasta que surgió la posibilidad de presentarnos como candidatos en 2020. Fue precisamente esa edición la que perdimos frente a Oporto, junto con Atenas y otras candidaturas que fueron cayendo por el camino. Si bien Granada no ganó como sede, tener una WCEU tan relativamente cerca como nuestro país hermano, era una oportunidad de oro. La pandemia lo truncó, pero a finales de 2021, cuando ya sabíamos que la cosa iba para adelante, decidimos ir.
Primero vinieron los billetes de avión, aproveché para comprar durante el Black Friday junto con David Pérez y Javier Casares. Luego vino la entrada de la WordCamp Europe 2022, que salió más tarde. A todo esto, estas compras todavía las hicimos sabiendo que existía el riesgo de que todo pudiese ser cancelado y que no pudiéramos asistir. Al menos, en ese momento ese era nuestro esquema mental. Después Javier se encargó del alojamiento, con cancelación en mayo, por lo que pudiera pasar.
El año transcurrió, las restricciones fueron cayendo, la gente fue desterrando la existencia del COVID-19 de sus mentes, a pesar de que ahí seguía, y las vacunas fueron haciendo su efecto.
Y por fin llegó el día. Javier se fue como avanzadilla a principios de semana, mientras que David y yo nos fuimos el miércoles. También se unió a nosotros Fede Padilla, de la comunidad de Málaga, como compañero de alojamiento.
Nuestro viaje en avión fue algo accidentado. Salimos de Granada a Madrid con apenas 10 minutos de conexión con el vuelo a Oporto. Esto hizo que nuestras maletas no pudiesen volar con nosotros, por lo que nos vimos con cara de tontos viendo cómo la cinta de las maletas se paraba ante nuestro ojos atónitos, después de que todo el mundo recogiese su maleta.
Uno, que es previsor, llevaba en la mochila, además del portátil, un paquetón con la ropa interior y camisetas necesarias para toda la WordCamp. Esto me evitó un disgusto. Pero David decidió viajar por la península con la única compañía de su ordenador metido en una fundita. No estaba muy feliz cuando llegó a Oporto.
Reclamamos las maletas con la promesa de que nos las enviarían al piso, pero más mosqueados que un pavo oyendo una pandereta, imaginándolas en una cinta sinfin en Barajas durmiendo el sueño de los justos.
Qué es WordCamp Europe (WCEU)
WordCamp Europe es un evento global de la Comunidad WordPress. Como una WordCamp local pero a lo burro. En él se hace el típico Contributor day, se imparten charlas, talleres o workshops y los sponsors se exponen y están a disposición del público para que los conozcan. En esto, en concreto, hay una gran diferencia con las WordCamps locales. e esto hablaremos luego. Pero, sobre todo, hay mucho networking al máximo nivel. Cuando digo máximo, insisto que es al máximo nivel.
Pero además, a todo esto le acompañan un montón de fiestas cada noche. Fiestas privadas que organizan algunos de los sponsors donde se come, se hace networking y se socializa un montón, algo muy necesario en un evento tan masivo como éste.
En cualquier caso, iremos desgranando estos puntos a continuación.
Por cierto, hemos dicho que se trata de un evento masivo, y lo es. Más de 2.300 asistentes han estado presencialmente en esta edición. Por ello se ha utilizado como «venue», la palabra de modernito de mierda que se utiliza para hablar del local donde se celebra, el Super Bock Arena – Pavilhão Rosa Mota, en Oporto, que no Porto como decían muchos españoles, como no vamos a London ni a Athens. Uy, que me adelanto.
El Super Bock Arena es una especie de Domo brutal que, para esta ocasión, lo dividieron en dos semicírculos. Cuando llegamos, la primera vista era una pantalla gigante rodeada por las columnas de sonido a cada lado, y un montón de mesas redondas en las que se colocarían los diferentes equipos. No en vano, WordCamp Europe 2022 ha marcado el record con 800 asistentes al Contributor Day.
El ambiente fue genial, mi trabajo quizá algo solitario, pero pude conocer a varias personas, con las que pude charlar en mi todavía dormido inglés, tras mucho tiempo sin practicarlo. Éste ha sido el primer golpe que me he llevado en esta ocasión. No obstante, poco a poco, he ido desentumeciendo el idioma y he podido ir defendiéndome mejor.
El Contributor Day
Aunque para muchos es ese día coñazo en el que te juntas en una mesa a hacer no se sabe muy bien el qué. No obstante, el día del contribuidor es la verdadera fiesta de la comunidad. Es un espacio en el que puedes conocer a los miembros de los equipos de la comunidad que, habitualmente puedes encontrar por Slack. Es una forma de discutir temas, ver cómo se deberían hacer ciertas cosas, aportar ideas, entender por qué no se hacen determinadas cosas, etc.
Para los nuevos es el lugar ideal para aprender a entrar en la comunidad, viéndose las caras y con la facilidad de resolver las dudas en directo.
En esta WordCamp se celebró el jueves, es decir, el primer día de evento. Mis compañeros fueron responsables de mesa, Javier en la de hosting, mientras que David lo era de la de WordPress TV.
En mi caso, yo dudé mucho entre varias mesas, pero finalmente me fui a la de comunidad. Si bien iba con una idea al principio, Rocío Valdivia me sugirió que colaborara en otra cosa que me pareció importante. En este caso me puso en contacto con Julia Golonb, una de las responsables de las múltiples mesas de comunidad, y me encomendó la traducción de la encuesta anual que se enviará a los organizadores de meetup. Me pareció una tarea muy necesaria, ya que muchas veces la gente no responde este tipo de encuestas por la barrera del idioma.
Tarea finalizada al terminar el día y Julia quedó tremendamente agradecida. Ahora éste y otro documento que había disponible para traducir, lo pusimos en manos de Jesús Amieiro, del equipo de Polyglots, que van a intentar que se traduzca en más idiomas.
Charlas
El capítulo charlas o ponencias, quedó reservado para el viernes y el sábado. El programa venía apretadito, con dos tracks de ponencias y dos tracks de workshops o talleres. Yo llevaba algunas preparadas para ir, aunque luego las circunstancias hicieron que no fuese a ninguna el primer día. Pero esto lo veremos en el próximo apartado.
El segundo día, el sábado, sí que asistí a la charla de mi amigo Vicent Sanchis, que nos iba a hablar del contraste de color. El tema no podía ser más coñazo, pero el ponente era prometedor y amigo, así que había que estar. Y él nunca defrauda. Un tema árido como él solo nos entretuvo, nos divirtió y aprendimos un montón sobre la importancia de respetar el contraste de color de forma adecuada en nuestras webs. Hubo teoría, hubo práctica y hasta hubo matemáticas, por ello se encargó de que atrancaran las puertas para que no se escapase nadie. Pero no hizo falta, su capacidad didáctica hizo todo el trabajo.
Me encantó estar allí con gran parte de los otros miembros de la comunidad española, que quisimos acompañarle en este momento tan importante para él. Y para mí no deja de ser un orgullo, ya que fue en nuestra querida WordCamp Granada donde se estrenó como ponente, y creo que fue un buen fichaje.
Otra de las charlas a las que fui fue la de Piccia Neri, que habló de diseño para la conversión. Piccia es también una grandísima oradora y escucharle hablar inglés sin reconocer ni un ápice de su acento italiano era brutal. Su charla fue también divertida, aprendimos un montón y disfrutamos mucho.
La otra charla a la que asistí fue a la de Pablo Postigo, uno de los miembros de Frontity (hoy ya dentro de Automattic), que nos atisbó el posible futuro de WordPress desde su perspectiva de miembro de una empresa tecnológica que fue comprada precisamente para volcar su conocimiento en WordPress, en concreto en el editor.
Y, tras una pausa, llegó el momento esperado por todos: Matt Mullenweg. Lo que ocurre es que no estaba muy claro de qué iba a ir aquello. En la pantalla el título era «In conversation: Matt, Matias and Josepha«, adornado por sus tres caretos. Sin embargo, allí únicamente había una mesita y dos taburetes. Sabíamos que Matias Ventura estaba por allí, puesto que nos lo cruzamos, pero no teníamos muy claro por qué solo había dos sitios para ocupar en el escenario.
Sin dar muchas explicaciones, Josepha salió al escenario y a continuación Matt. Aplausos, ovaciones, desmayos y sales de frutas. Pero rápidamente salimos de dudas, iba a ser un Q&A. Esto se ponía interesante, ya que sabemos por WordCamps Europe anteriores, que Matt se somete sin filtro a las preguntas de los asistentes, algunas con peores intenciones que otras.
El formato era un micro, se hacía una cola e iban preguntando diferentes miembros de la comunidad por temas varios. Abrió fuego Milana Cap, y pasaron algunos miembros haciendo preguntas diversas. Destacar a Nora Ferreirós, miembro de la comunidad española, que ahí estuvo preguntando sobre sostenibilidad. Hasta aquí bien, algunas preguntas fueron más anodinas que otras, pero hubo dos que tocaron los puntos de dolor y levantaron el aplauso entusiasmado del público en general.
- La primera la planteó Tobi Fjellner, mentor del equipo de Polyglots, que preguntó con retintín (dijo que hizo la misma pregunta hacía un año y medio) que qué había del multiidioma en WordPress. Los aplausos por parte del público no se disimularon. ¿La contestación por parte de Matt? Meh.
- La segunda pregunta la hizo… tacháaaan, Javier Casares. A Josepha se le cambió la cara cuando lo vio porque sabía por dónde iba. Sí, ¿por qué sigue WordPress dando soporte a PHP 5.6 cuando éste ya no recibe actualizaciones de seguridad? Aplausos, entendemos que por parte de los desarrolladores. ¿La respuesta? Meh.
En mi humilde opinión, abundó mucha respuesta alineada con el mundo Woke y hetéreo en el que vivimos. Atendiendo más los problemas hetéreos que los problemas concretos y reales. Seguiremos recomendando tener instalada la versión 7.4.x hasta que se pueda instalar la versión 8.x., que nos traerá muchos beneficios, sobre todo en cuanto a rendimiento.
Y aquí fue donde se hizo el cierre del evento. Con la presentación de los organizadores y voluntarios. Este momento fue muy emocionante sobre todo para David, pero también para nosotros, ya que ahí arriba había un montón de organizadores de la comunidad española. Ver el choque de manos entre David y Ángel Moreno fue un momento muy bonito.
Networking y zona de Sponsors
Bien, aquí entramos en un momento delicado de esta crónica. Ésta no la vi venir. Probablemente, las mesas de patrocinadores, puede que sea de las cosas de las que más suelo pasar en una WordCamp local. Sí, por supuesto, coges bolis, el misil portátil de Weglot y algunas pegatinas. Pero es que esto no eran mesas. Era una puñetera feria de muestras. Ocupaba la otra mitad del domo, y todo el pasillo circular que rodeaba a éste.
¿En qué se traduce esto? Pues en que todo el viernes lo dediqué a recorrer todos y cada uno de los stands de sponsors, tanto de dentro del domo, como del anillo exterior. El resultado fue que por la tarde salí como Sarah Jessica-Parker de Bloomingdales, con tres bolsas llenas de mierdas varias. Fue absolutamente brutal.
Ahora ya sé que a una WordCamp Europe se va con la mitad de camisetas, porque te vas a llevar un montón sí o sí. Pero es que me llevé llaveros, pelotas anti estrés, pines, toneladas de pegatinas, y hasta un yo-yó.
Lo primero que te encuentras al entrar es el stand de Yoast, ese plugin de SEO con el que me llevo tan bien gracias a ciertas decisiones por su parte. Allí nos dieron una chapa y un bote de unas galletas rellenas de caramelo que están brutalmente buenas.
A partir de ahí todo fue cuesta abajo. Hasta una toalla me traje.
Sorteos. Por cierto, me tocó un airtag, dispositivo de Apple que jamás soñé que tendría, porque no pensaba comprármelo. Pero estas son las cosas que te pueden pasar en una WordCamp Europe.
No todo fue sobornos por parte de los sponsors. También conocí servicios muy interesantes como Mollie, una plataforma muy parecida a Stripe, pero infinitamente más sencilla. Había servicios que ni me imaginaba, y también había plugins muy interesantes.
Otra cosa muy chula de esto es que puedes tener la suerte de conocer al desarrollador de un plugin que te guste un montón, y éste es el caso de Admin Columns, que es un plugin que me gusta mucho, y con cuyo creador tuve la suerte de charlar.
También pude conocer personalmente a Thomas Fanchin, de Weglot, con el que me había escrito, pero al que no conocía personalmente.
Por resumir un poco, la parte de patrocinadores se convierte en una feria paralela en la que se mueven muchas cosas, se hablan muchos temas, se aprende, se negocia y se hacen buenos contactos. Algo a tener muy en cuenta de cara al futuro.
Y como digo, salí de allí como si hubieran sido las últimas rebajas de mi vida.
Las fiestas
En otro orden de cosas, yo no lo sabía, pero las fiestas son una parte muy importante de este evento. Hay una o varias cada día, en ellas se come, se bebé y hasta se navega si se da el caso, como así ha sido en 2022. Las hay más privadas como lo fue la de Codeable, en la que se reunían miembros de esta plataforma de desarrolladores, pero también las había más abiertas como fueron algunas de las que asistimos.
Voy a ir un poco por orden cronológico para no perdernos, sin tampoco perderme en los detalles.
La fiesta del barco pirata
Probablemente se trataba de la fiesta a la que menos me apetecía ir. Error por mi parte. Se trataba de la fiesta que organizaba Pagely, uno de los sponsors de esta WordCamp Europe 2022. Se celebraba en un barco de los que navegan por el río Duero (Douro en Portugal), y estaba muy petada.
Allí nos reencontramos con Rocío Valdivia, con Wajari Velasquez, Nestor Angulo de Ugarte, etc, etc. Es imposible enumerarlos a todos. También conocía a algunos, aunque esa noche yo no estaba demasiado bien. El trastorno del viaje (sí, odio los aeropuertos), y la incertidumbre con la maleta, hicieron mella en mi barriga, que es la que siempre se encarga de putearme un poco en estos casos. Porque no lo he dicho, por cierto, pero esta fiesta se celebró el miércoles, es decir, el día en que llegamos. Apenas nos dio tiempo a llegar al apartamento, nos duchamos y nos desparramamos por las cuestas de Oporto hasta llegar al puerto, no sin cierta prisa, por temor de perder el barco.
En cualquier caso, el viaje fue super chulo, hubo comida en abundancia y nos divertimos un montón.
Ahí fue donde me dí de bruces con el inglés. Es cierto que había mucho ruido y no era el ambiente más adecuado para que entendiese ni me pudiera hacer entender en la lengua de Shakespeare.
Lo bueno de estas fiestas es que, para que no se desfase mucho el personal, tienen un fin y todo el mundo a su casa, así no se desmanda la gente.
El Social Event
Vamos, lo que se llama la cena de ponentes y voluntarios en cristiano. Lo que ocurre es que, aquí, íbamos muchos agregados, y se ve que la cosa se hacía muy larga para el nombre. Ésta se celebró el jueves, día del contributor day, y segundo día de estancia para nosotros.
Antes de nada hay que decir que íbamos a la nueva terminal de cruceros de Oporto. Esto está a tomar por saco de donde nos alojábamos. En concreto a unos 30 minutos en coche. El momento ducha mío fue de los más estresantes de toda la estancia en Oporto, ya que David me metío unas prisas que parecía que se iba a quedar sin comer. Cogimos un Uber, atravesamos todo el trayecto hasta la terminal, y llegamos los primeros. Nos encontramos con que aquello se celebraba en el cuartel general de los Vengadores. O en la casa de campo de James Bond, que me da igual. En cualquier caso, he de decir que, si hubiesen entrado por las cristaleras Hulk y Loki dándose de hostias, yo tan normal.
El sitio era increíble. Una arquitectura orgánica con cerámica blanca, que reflejaba los rayos del sol atlántico, creando una magia especial. en la parte de arriba había una terraza con varios niveles y con unas vistas brutales del océano Atlántico y los barcos.
La fiesta en sí fue genial. Hubo comida a espuertas, y luego la cosa se animó con música. Hasta coros y danzas hubo, ya que hubo un grupo de bailes tradicionales local. En ese sentido, en un lugar tan diáfano donde todos los materiales eran extremadamente lisos, era un infierno acústico y preferí salirme a la calle, donde se estaba bastante bien aunque algo fresquito de más.
El final de la fiesta fue como a las doce, y el Uber viajó en el tiempo, plantándonos en apenas 15 minutos en la casa.
WP Engine
Esta fiesta se celebró el viernes, tras el primer día de charlas. La ubicación, justo debajo del mítico Puente D. Luis I, que es el que suele salir en todas las fotos. En un lugar llamado Ponte Pensil. Si bien era al aire libre, he de decir que estaba tan lleno que tal vez fue el lugar donde más posibilidades hubo de pillar algo. Muy agobiante para mi gusto.
En cualquier caso, hubo comida rica, bebida, y en un momento dado, Fede y yo nos volvimos relativamente pronto a casa ya que Javier no tenía llaves y él había estado en la cena con los de Hostinger.
Por el camino nos cayó la mundial. Esto es lo que ocurre en esta zona de Portugal, que pone posibilidades altas de lluvia todo el día, pero en realidad llueve 15 minutos y el resto del día está genial. Pero como te llueva lo flipas.
Luego nos enteraríamos al día siguiente que esa tarde Ángel, un chico que venía de Madrid (creo), se pasó la tarde en el hospital porque se resbaló y se le salió el hueso del codo. Puf, muy mal.
After Party
Y por fin, el sábado fue el After Party. Éste se celebraba en el Super Bock Arena, el venue de la WordCamp. Cuando llegamos ya estaba transformado con mesitas para tomar cacharritos y en el escenario estaba ya el DJ pinchando y los bártulos de un grupo que se llamaba «One Vision» y la cara de un robot. Aquello me olió a tributo a Queen desde lejos, y así fue efectivamente.
Pero antes había que cenar. Así que fuimos a la carpa donde habitualmente nos daban de comer y allí estaba toda la gente. Era el típico piscolabis con canapés, por lo que se hacía urgente establecer una estrategia. Usamos la clásica para las bodas: interceptar a los camareros en su trayectoria de salida, interponiéndonos entre ésta y el resto de la gente. No falla. Nos hartamos de comer. Otra gente decía que allí no había comida. No saben.
He de reservarme algunos incidentes que sucedieron relacionados con el alcohol que rompían ciertas normas euro-WordCamperas, y que dieron más de un quebradero de cabeza a uno y otro lado del charco.
Por otro lado, la fiesta se fue trasladando poco a poco a la sala principal de nuevo, ya que empezaba el concierto tributo a Queen, con vídeo preparatorio con imágenes de David Bowie, Annie Lennox, Liza Minelli, Phil Collins y otros mitos ochenteros hablando sobre este grupo. Finalizado el vídeo comenzó One Vision, la canción, pero también el grupo. Podría haber sido un fiasco, pero fue brutal, interpretaron muy bien las canciones de la banda británica, sin llegar a calcarlos, pero respetando su esencia en todo momento.
David, Fede y yo nos quedamos allí viéndolos.
Luego dijimos de irnos, ya que David salía muy temprano, pero ya conocemos las despedidas españolas. Creo que pasó una eternidad hasta que conseguimos salir de allí. Hasta nos hicimos una foto los de la comunidad española que allí estábamos.
Anécdotas
Ya que venimos de la After Party, corresponde contar que una de las anécdotas que se produjeron en ella fue la aparición de Verónica, de la comunidad de Sevilla, aunque antes estaba en Málaga, vestida de flamenca. Esa tampoco la vimos venir. Lo que puede dar de sí venir en coche y la de cosas que se te puede ocurrir traer a un evento de estos si no te ponen cierto límite. En fin, como comprenderás querido lector, causó sensación.
Otra de las anécdotas de la WordCamp fue la famosa foto de Celi Garoe con Matt Mullenweg. Resulta que el, viernes, alguien del equipo de Matt fue con el QR que servía para registrarse en la WordCamp a recoger su acreditación. Cuando a Celi le salió el nombre del creador de WordPress metió un chillido, lo cual fue recogido por entusiasmo por el equipo de nuestro tejano favorito. Y, aunque algo anunciaron, al día siguiente quisieron darle la sorpresa, y le llevaron a Matt. Celi se quedó completamente bloqueada, entumecida quizá, y gracias a que estaba allí Javier Casares que es frío como un témpano de hielo en Yakutia, le pidió el móvil y le hizo la foto en la que ambos salen tan sonrientes. Fue un detalle por parte del de Texas.
Luego, dentro del evento vi a Nahuai Badiola, pareja de Celi, y le di la enhorabuena. Se quedó un poco de pasta de boniato. Cuando constaté que no se estaba haciendo el tonto sino que realmente no se había enterado de nada, le enseñé la foto y flipó muy fuerte. Si es que son «mu bonicos» los dos.
No puedo tampoco obviar el encuentro nada casual de mi compañero Nilo Vélez con Matt, que probablemente le llevó más horas de estrategia que el desembarco de Normandía. Aunque en la foto de la que disponemos parece que le está echando una bronca y le está diciendo cuál debe ser el roadmap de WordPress de aquí hasta la versión 9, realmente le estaba obsequiando con el gorrito de lana que nos regalaron en la WordCamp Sevilla 2021, la única presencial que se celebró en el planeta. Al parecer, el gorrito tiene un significado relacionado con el open source, pero como yo voy a ejercer de cuñado si lo cuento, mejor ver el tweet que publicó Nilo en su cuenta.
Podría entrar en la anécdota el incidente del accidente que sufrió Ángel, el chico que comenté antes que pasó la tarde en el hospital para salir escayolado, pero no, por desgracia fue un accidente y le empañó esta experiencia tan chula. Espero que te mejores pronto Ángel.
La comunidad española en WCEU
Como se ha podido inferir de todo lo aquí contado, la presencia española ha sido bastante masiva. Es lógico, dada la cercanía del evento con nuestro país. Mucho más si añadimos que estaba bastante próxima a Galicia, la comunidad que proporciona el grupo de asistentes más gregario que tenemos en el país. Van en tromba a todas las WordCamps. Aunque los demás tampoco nos quedamos atrás. Había gente de Madrid, de Cataluña, pero destacaba la presencia granadina, con los Si2 y nosotros haciendo presión, por supuesto los gallegos, alguna gente de Valencia (Vicent, Piccia, etc.) y , por supuesto, los de Sevilla (aunque aquí no estaban todos los que son, pero es que Nilo hace mucho ruido).
Sé que me voy a dejar gente en el camino, pero los reencuentros con Vicent y Julián, Celi y Nahuai, Piccia Neri, Wajari, el grandísimo José Luis Losada, Carla Sáez, Ángel Zinsel, Álvaro Gómez, Néstor Angulo de Ugarte, Rocío Valdivia, Verónica, mis compañeros Ángel Moreno, Guille, Dani (al que no veía desde hace tres años a pesar de estar en la misma ciudad), Jose Arcos, Nora Adriana, Fede Padilla, etc, ha sido lo mejor.
He tenido que irme a Oporto a conocer a Fernando, el socio de Ángel Moreno, pero lo importante ya está hecho.
Por otro lado, hubo desvirtualizaciones y, para mí, la de Carlos Longarela fue una de las más importantes. También la de Chris Churchill. ¿Pero este tío es español? Más que tú y yo compae, lo que pasa es que lo disimula bien, pero el «pisha» le sale de un auténtico que flipas. Me habría gustado haber charlado más con él, pero es un tío ocupado y no quise molestarlo.
He de decir que es un orgullo ver la lista de organizadores de WordCamp Europe 2022 completamente plagada de españoles, sobre todo con la presencia de mi amigo y compañero David Pérez, Ángel Moreno, Roberto Tuñón, Flavia Bernardez o José Luis Losada entre otros. Sin olvidar a Juan Hernando, que con su presencia y su gracia lo llena todo.
Entre los voluntarios también se escuchaban muchas voces españolas, con la misma Celi, Nahuai, Nora, Fernando García Rebolledo y otros muchos que han ayudado a que esta WordCamp saliera.
La reflexión es obvia. Sabemos que las meetups han salido tocadas de la pandemia, se están empezando a organizar WordCamps, pero no podemos descuidar los eventos más locales y pequeños, que es donde se siembra para recoger luego eventos tan brutales como éste. Pero en España hay material, la comunidad de base está, y estoy seguro de que vamos a alcanzar los niveles de comunidad que manteníamos antes de la pandemia.
Me han faltado muchos y me van a perdonar, pero mi memoria es corta y ellos saben que no lo hago a posta. También hemos echado en falta a otros muchos. Es obvio que los Moratinos, Cirujanos, MDH, etc, debían haber estado, y seguro que querían, pero no se puede estar en todas partes. Espero que nos podamos ver en la siguiente.
Mis compañeros
La experiencia con David Pérez, Javier Casares y Fede Padilla ha sido para repetir muchas más veces. Nos hemos reído un montón, la convivencia ha sido genial. Es cierto que las prisas de David me sacan un poco de quicio, pero en contraprestación, mi lentitud le pone histérico, así que las que salen por las que entran.
Para mí viajar en Avión es un estrés brutal, no por el avión en sí, que me encanta, sino por el tránsito por el aeropuerto, en el que me siento como ganado estabulado. Pero ir en compañía de ellos me da confianza.
Estas experiencias nos hacen abrirnos y conocernos mejor.
El viaje de vuelta
La vuelta la hice con Javier Casares, ya que David salió por la mañana temprano. Hora a la que me desperté con sus zapatazos sobre el suelo de tarima flotante, y ya poco pude dormir.
Fede, Javi y yo bajamos a media mañana a desayunar al Early, sitio que le encanta a Javier, pero que amí no me conquistó. ¿Dónde se ha visto poner en el desayuno pan salado con pipas y, supuestamente, mantequilla?
Luego ayudamos a Fede a cargar el coche que, además de sus maletas, llevaba todas las mierdas que habíamos recogido a lo largo de la WordCamp. Sí, muchas mierdas, porque aunque Javier hizo gala de integridad no cogiendo camisetas, se trajo el cartelón de la mesa de hosting del Contributor, que tú me dirás.
En principio, y si no aparece el señor COVID-19 (raro sería), este viernes bajaremos a la meetup de Málaga a recoger nuestras mierdas. Seguiremos informando.
Bueno, ya sin Fede, poco nos quedaba por hacer, así que recogimos, cerramos el piso y nos fuimos a dar una vuelta por oporto, con visita por un mercadillo artesanal, para acabar comiendo temprano en un asador, donde comimos espectacularmente bien.
De ahí al aeropuerto. Allí coincidimos con un chico de Holanda, con el que no habíamos hablado, pero que reconoció a Javier, ya que ambos preguntaron a Matt. Estuvimos charlando un rato y ahí fue donde me di cuenta de lo que había mejorado mi inglés en estos días. No había sido consciente hasta ese momento.
El vuelo a Madrid se hizo super corto, yo creo que íbamos con el viento de cola o el piloto se iba meando. Una de dos. Eso sí, nuevamente llegamos con el tiempo justo para cambiar de avión. Pero esta vez llevaba la maleta conmigo, así que no hubo que lamentar nada.
Lo gracioso fue el avión de vuelta a Granada: Un puto avión de hélices. No obstante, fue una experiencia chula, el vuelo es más bajo y me permitía ver todo el paisaje. Como iba en ventanilla, ahí salió mi geólogo y admiré la transición entre la zona de Ossa-Morena, el Prebético y el Subbético. Ojalá hubiese tenido esa oportunidad cuando estaba estudiando la carrera. Estas tonterías me hacen los viajes en avión más amenos.
Llegamos a las 9:00 al aeropuerto de Granada. Nos recogieron los padres de Javier, a los que conocí ese día, y me llevaron a Casa donde me esperaba Paqui como agua de mayo. Que me anima a ir a estas cosas, pero luego me echa mucho de menos.
La próxima WCEU
No he hablado todavía de dónde va a ser la próxima WordCamp. Estoy seguro que, a estas alturas ya lo sabes, pero yo te lo digo igualmente. En Atenas (¿irán los modernitos diciendo que van a Athens?, deseando estoy). Pues sí, en Atenas. Chorprechaaaa…
He de decir que no lo pensé, a pesar de que era obvio. Era una de las ciudades que perdió, junto a Granada, frente a Oporto, y de las que más posibilidades tenían. Además, uno de los Global leads organizers de ésta WordCamp era griego y será Global Lead Organizer en la siguiente.
En mis apuestas se encontraban Gran Bretaña e Italia, pero No way.
En fin, que nos veremos en Atenas, espero.
La magia de la comunidad WordPress
Hay varias cosas que han sucedido que tocan la patata un poco. Una fue durante el evento, y las otras dos después.
Estando en el stand de sponsors, conocí a un chico de la comunidad de Costa Rica, Marco. Este chico es organizador de WordCamp Costa Rica y, como tenía pensado por Granada y Sevilla, le presenté a David y a Nilo. Esto ha dado pie a que le organicemos sendas Meetups en ambas ciudades.
Por otro lado, mientras escribía esto el lunes por la tarde, Nilo nos comentó que a Flavia Bernardez, organizadora de la WCEU, le abrieron el coche en Oporto y le robaron de la maleta las cosas de valor, entre ellas el ordenador, el iPad y otras cosas como gafas graduadas (para qué coño las querrán). Esto fue más allá de las 18:00h, se organizó una colecta por crowdfunding liderada por Roberto Tuñón, y la comunidad respondió instantáneamente. En una hora se habían recaudado 1.200€. Para las doce de la noche ya se había superado el objetivo de 3.000€ y casi estaba en 4.000€, incluida una donación anónima de 2.000€ (ya tu sabeh…).
Por la mañana ya se habían recaudado 4.200€.
Brutal.
Y por terminar, hoy martes, cuando estoy terminando de escribir esto (sí, ya lo sé, mis revisiones de la WordCamp son un parto), me encuentro lo siguiente.
¿Es o no es para quererlo?
Resumiendo
Ha sido una experiencia increible. En 2017, en la primera meetup a la que fui, escuché hablar a Ángel y a Fran de la WordCamp Europe. Para mí eso quedaba muy lejos. Mi situación económica en aquella época no me permitía ni soñar en algo así, y menos en centroeuropa. Pero de entonces a ahora han sucedido muchas cosas, he recibido mucho de mis compañeros, estoy seguro de que más de lo que yo les he dado. Yo probablemente no soy el mismo de entonces, y he evolucionado con ellos. Hemos pasado muchas cosas juntos y nos han pasado muchas cosas.
Todo ello me ha llevado hasta aquí, y estoy muy feliz por lo vivido, y espero vivir muchas más experiencias como ésta con ellos y con los que están por venir.
… Y una última cosa. Si te quedan ganas, Javier, David y yo invadimos el programa de Joan Boluda WordPress Radio e hicimos nuestro resumen de la WordCamp Europe 2022.
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