Imagen de un ordenador con el logotipo de WordPress

¿Por qué invertir en una web propia?

Que crear o mantener un negocio supone un gasto de dinero importante todos lo sabemos, pero también sabemos que hay que diferenciar entre gasto e inversión. Gastos son aquellas partidas necesarias, pero que a priori, no van a aportar clientes a la empresa, como pueden ser los recibos de luz, agua, gas, teléfono, el alquiler del local o la hipoteca. Por sí solos jamás atraerán un cliente a nuestro negocio. Por otro lado están la decoración del local o de la oficina, el logotipo (y si es posible una imagen corporativa coherente), el rótulo visible a la calle, la papelería, etc. Algunos de estos sí que podrían considerarse una inversión, especialmente si atraen a los clientes a nuestro negocio.

Pero, ¿y la web?. Tradicionalmente, se le ha hecho poco caso a la web o no se le ha dado la suficiente importancia. Hace 20 años se produjo un boom de Internet, y se empezó a decir aquello de que «había que estar en Internet”, pero desde hace algunos años eso ha cambiado. En 2016 el número de páginas webs en la red ha superado los 1.000 millones. Es decir, la clásica estrategia de crear una página web y “estar” ya no funciona. ¿Eso quiere decir que tener una página web es un esfuerzo vano? En absoluto, tener una web activa es el mejor escaparate para nuestro negocio, es un altavoz que nos permite acercarnos a nuestro cliente objetivo para dejarle nuestro mensaje y ofrecerle nuestro producto. Es el principal canal de comunicación directa con nuestro cliente. Por tanto, no debemos pensar en gastar dinero en una página web, sino en el concepto «invertir en una web».

[piopialo vcboxed=»1″]Tener una web activa es el mejor escaparate para nuestro negocio[/piopialo]

¿Y cómo puede destacar una gota de agua dentro de un océano? Gracias al marketing online. Cada día la competencia es más dura, han ido surgiendo múltiples técnicas de difusión de los contenidos. De un tiempo a esta parte, como dice Google, «el contenido es el rey», y el gran buscador se ha encargado de que así sea. Mediante diferentes técnicas como el Inbound Marketing, la publicidad en buscadores y en redes sociales, o el email marketing, entre otras. Son múltiples las formas que podemos elegir para atraer a nuestros potenciales clientes a nuestra “casa” en Internet, o para acercarnos a aquellas personas interesadas en comprar nuestro producto o servicio.

A lo largo de los años, he observado que la gente ve la construcción de una web como un gasto. Acuden con una necesidad, la mayor parte de las veces no tienen muy claro qué es lo que pueden hacer con ella, aunque sí qué es lo que quieren. Casi siempre buscan algo para «estar» presentes en internet, bueno, bonito y barato. Sobre todo barato. Y, efectivamente, si bien una web no tiene por qué ser cara, aunque sí que requiere de una inversión mínima y de un mantenimiento. Una queja muy común es: «mi web me la hizo mi sobrino, me la mantuvo un tiempo pero la ha abandonado porque está trabajando, y no puede dedicarle tiempo». Lógico, el trabajo que requiere una web es grande por parte del usuario, ya que debe aportarle contenido de valor, que atraiga a sus clientes, así como por parte del webmaster o de la persona que la mantenga. Especialmente hoy en día, en que instalamos gestores de contenidos (CMS) como WordPress, que están recibiendo múltiples actualizaciones casi a diario. Pero el beneficio que puede recibir para su negocio es aún mayor.

Seguridad en Internet

La seguridad en internet es otro motivo por el cual una web necesita una atención especial. Cada vez más, cualquier web se convierte en blanco de los ataques masivos desde países del Este, especialmente desde Rusia y China. Por ello, es muy recomendable invertir en un mantenimiento, al igual que hacemos con nuestro coche.

La tentación entonces es pensar que la web es «un niño tonto», como un coche. Al igual que el coche no nos genera ingresos a nivel particular, en el caso de un transportista, una empresa o cualquier autónomo que necesita de él, es necesario y por supuesto, una herramienta de trabajo, y por tanto una inversión. Por tanto, en el caso de una web es exactamente igual. Así que, eliminemos esa idea de que una web es un gasto, pues solo lo será si, una vez que termine el diseñador web de construirla, nosotros no hacemos nuestra parte del trabajo, que es crear una audiencia, hablar con ella y escucharla, y en consecuencia, ofrecerles información y ayuda sobre aquello a lo que nos dedicamos. Ahí, es muy posible que encontremos a nuestros futuros clientes.

Otra pregunta recurrente es ¿por qué contratar a un diseñador web y un hosting si puedo hacer mi web en Wix, 1and1 o Weebly, Blogger o WordPress.com? (Respiración profunda, suspiro…) Bien, una web no deja de ser una aplicación que se ejecuta mediante nuestro navegador, y cuyo resultado es el contenido que éste nos muestra. Es cierto que podemos crear una web de una forma muy rápida mediante servicios como los mencionados anteriormente. Es más, esto lo puede hacer cualquiera sin necesidad de pasar por el engorroso paso de pagar a un diseñador web para que haga sabe Dios qué para que el resultado sea el mismo. Pero ¿realmente el resultado es el mismo? Yo pienso que no.

Cuando hacemos nuestra web en Wix (por poner un ejemplo), estamos utilizando un programa que está en el servidor de una empresa en el que nuestro contenido va a estar ligado irremediablemente a ese programa. No es exportable, es decir, no lo podemos sacar de ese programa. Eso mismo ocurre con Weebly. En el caso de WordPress.com (que no .org) y Blogger es diferente, ya que sí que podemos exportar el contenido, pero los resultados a la hora de volcarlo en otro lugar son inciertos (especialmente con Blogger, es un infierno). Todo esto, en el caso de que decidamos usar sus versiones gratuitas, pero esto no nos va a permitir utilizar un nombre de dominio concreto. Para ello, tendremos que pasar a cuotas que distan mucho de ser más económicas que los planes de alojamiento de las mejores empresas de hosting.

Pero lo más importante es que, si cierra la empresa Wix, 1and1, Google decide cerrar Blogger (algo más común de lo que creemos, por cierto), etc, nuestro blog o página web desaparecerán sin que podamos hacer nada más que llorar nuestra pérdida.

En el caso de que decidamos hacer nuestra web con WordPress (cuando decimos WordPress a secas, estamos hablando de WordPress.org, no WordPress.com), estamos hablando de que nos descargamos el programa y lo cargamos en donde queramos. Es decir, podemos alojarlo en un hosting, más barato, más caro, como si queremos convertir nuestro ordenador en un servidor y alojarlo ahí (no lo contemplo como una opción). En cualquiera de estos casos, tenemos un conjunto de carpetas y una base de datos que siempre podremos llevarnos a donde queramos, podremos migrarla al servidor que más nos guste por precio, prestaciones, ubicación, etc.

[piopialo vcboxed=»1″]Cuando creas una web en WordPress, esa web es tuya, te la puedes llevar a cualquier servidor. No dependes de empresas externas.[/piopialo]

Esta es la libertad que nos ofrece WordPress (al igual que Joomla o Drupal), por ser un software libre. Por no hablar de la enorme comunidad que lo respalda, y que ha conseguido que su presencia en la web sea cada vez mayor. De hecho, no hay más que mirar la tendencia de las búsquedas de WordPress con respecto a otros competidores.

Tendencia de búsqueda en google del término WordPress. Por tanto, WordPress es una buena opción para invertir en una web.

Por tanto, crear tu web en WordPress y alojarla en un hosting de calidad es la mejor de las opciones. Si te sientes con ganas de aprender, la puedes hacer tú mismo, y si no quieres o no tienes tiempo, te la puede hacer un profesional. Además, no hemos hablado de las posibilidades que te ofrece WordPress en cuanto funcionalidades, pero eso lo dejaremos para más adelante. Por el momento quédate con estas ideas: una web en WordPress será siempre tuya; posiciona bien en Google, sobre todo si nos lo configuran correctamente y hacemos un buen trabajo de generación de contenidos y de posicionamiento SEO; y, por último, te permite unas posibilidades casi infinitas.

Si quieres hacer algo más que una página web, te invito a que hablemos, y estudiaré las posibilidades que mejor se adaptan para potenciar la visibilidad de tu negocio en la red. Te ofreceré un diseño de tu web enfocado a difundir de la forma más eficaz tu mensaje y la imagen de tu empresa. Además, si lo deseas, te acompañaré en el lanzamiento y difusión de la misma, con una estrategia que revisaremos y mejoraremos periódicamente.


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